Cómo recibir feedback: una oportunidad para aprender y crecer

Publicado el 10/08/2025

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Recibir feedback puede ser un desafío. A menudo, lo asociamos con crítica o juicio, y eso nos lleva a ponernos a la defensiva o a justificar nuestras acciones. Sin embargo, detrás de cada comentario hay una oportunidad: conocer cómo nos perciben los demás y detectar áreas donde podemos mejorar.

El primer paso para recibir feedback de manera efectiva es escuchar sin reaccionar. Cuando alguien nos ofrece una observación, especialmente si toca un tema sensible, es natural que surjan emociones. Pero si nos concentramos más en el tono o la forma que en el contenido, perdemos la esencia del mensaje. Por eso, conviene hacer un esfuerzo consciente por separar el qué del cómo. Tal vez la persona no haya elegido las palabras más adecuadas, pero su intención puede ser genuina: ayudarnos a crecer.

Una buena práctica es reformular lo que escuchamos para asegurarnos de haberlo entendido correctamente. Por ejemplo, responder con frases como “Si entiendo bien, lo que me querés decir es que debería mejorar en…” ayuda a demostrar apertura y a clarificar el mensaje. Esta actitud no solo facilita la comunicación, sino que también muestra madurez y disposición al aprendizaje.

Recibir feedback también requiere objetividad. No todo lo que nos dicen será exacto o justo, pero incluso los comentarios con los que no coincidimos pueden darnos información valiosa. Tal vez reflejen una percepción general o un punto ciego que no habíamos considerado. Tomar el feedback como un dato, y no como un ataque, nos permite analizarlo con más calma y decidir si es algo que queremos o necesitamos cambiar.

Otro aspecto fundamental es evitar personalizar el feedback. No se trata de quiénes somos, sino de cómo actuamos en determinadas situaciones. Separar el comportamiento de la identidad nos da la libertad de mejorar sin sentirnos cuestionados como personas.

Además, el feedback no siempre debe ser esperado o solicitado únicamente de los líderes. También podemos buscarlo de colegas, equipos o incluso de personas con las que interactuamos en otros contextos. Pedir retroalimentación con preguntas abiertas —como “¿Qué podría hacer distinto para mejorar esta dinámica?”— transforma el feedback en una herramienta de aprendizaje continuo.

Finalmente, recibir feedback no termina en el momento en que lo escuchamos. El verdadero valor está en actuar sobre él. Analizar, priorizar y aplicar los cambios demuestra compromiso con el desarrollo personal y profesional.

Cuando adoptamos una mentalidad abierta y vemos el feedback como una oportunidad, dejamos de temerle y empezamos a agradecerlo. Cada comentario puede ser una puerta hacia una versión más sólida, consciente y preparada de nosotros mismos.

En hrAdvant, los colaboradores tienen la posibilidad de recibir feedback de sus líderes, pares, así como de las personas que reportan a uno. Esto puede expresarse a través de evaluaciones de líderes, feedback instantáneo, evaluación de pares y evaluación de desempeño.